Excusa nº7: Ya lo haré más adelante.
Si siempre dejamos para otro día lo que podríamos hacer ahora… ¿Cuándo vamos a avanzar? ¿Para qué esperar si hablamos de mejorar?
Excusa nº6: Mi casa es muy pequeña y no puedo cambiar nada.
A no ser que vivamos en un microapartamento de 20 m2, eso tiene remedio. Y aun así, podríamos aplicar Feng Shui en una micro casa. ¿O es que no tenemos sistemas de almacenaje, paredes, dormitorio, ventanas, puertas, cocina y baño en nuestra casa, por muy pequeña que sea? Todo eso puede mejorar con sencillas acciones que harán de nuestro “mini-espacio” un lugar mejor. (Sí, aunque esté todo hecho a medida, también se puede).
Excusa nº5: Ya hice un estudio de Feng Shui en casa hace un tiempo.
Reflexionemos un momento: ¿somos el mism@ que hizo ese estudio de Feng Shui “hace un tiempo”? Seguro que hemos cambiado, ¿verdad? Pues seguramente nuestra casa también necesite una renovación. Cada sistema de Feng Shui es diferente, y por tanto hará hincapié en aspectos diferentes.
Excusa nº4: Mi pareja/compañer@ de piso no está por la labor.
Bueno, si uno quiere y el otro no, lo ideal es negociar. Cuando hay desacuerdo podemos hacer una lista de uno y el otro, enumerando porqué estamos a favor o en contra. Y ¿porqué no probar? No es inamobible. Si al final no resulta, siempre podemos volver donde estabamos antes.
Excusa nº3: Estoy de alquiler, la casa no es mía.
Cuando hablamos de cambiar la casa con Feng Shui no estamos hablando de tirar paredes, tapiar ventanas y agujerear la casa del vecino. Hablamos de pequeños cambios, que harán de nuestra casa un espacio más saludable y equilibrado. No importa si viviremos en esta casa tres meses o 10 años. Mientras vivamos aquí, lo haremos con más salud. Todos deberíamos poder vivir en un espacio sano. Además, lo que aprendemos aplicando nosotros mismos el Feng Shui, lo podemos aplicar a otros espacios cuando nos mudemos.
Excusa nº2: No tengo tiempo.
Esta es bastante habitual… si no tenemos tiempo para dedicarle a nuestra casa, y por defecto a nuestra salud… deberíamos reflexionar. Si todos supiéramos lo que supone nuestro entorno para nuestra salud y nuestra psique sería una prioridad. Más que una falta de tiempo, ¿no será que nos falta interés? Cuando algo nos importa, sacamos tiempo de donde sea ¿a que sí?
Excusa nº1: Es muy caro.
Esta se lleva la palma. Número 1 del ránquing. Se parece a la falta de tiempo. No tener como prioridad invertir en bienestar, en salud y en nuestro hogar puede salirnos más caro. Precisamente el Feng Shui puede ayudarnos a cambiar dinámicas de carencia que provocan que nunca tengamos lo que necesitamos para cubrir nuestras necesidades. Detectar bloqueos y tratarlos con toda nuestra implicación puede ayudarnos a liberar creencias limitantes con respecto al dinero.